
26/09/2025

Lázaro Víctor Sotacuro, uno de los principales sospechosos del brutal triple crimen de Brenda del Castillo, Morena Verri y Lara Gutiérrez, ocurrido en Florencio Varela, fue detenido en Villazón, Bolivia. La noticia fue confirmada por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter).
"Desde el Ministerio de Seguridad Nacional, con la colaboración del Ministerio de Seguridad de Jujuy, informamos la detención de Lázaro Víctor Sotacuro en Villazón, Bolivia", publicó Bullrich. La ministra agregó que el detenido será trasladado "en instantes a dependencias de la DFI de la PFA".

La captura de Sotacuro se da en el marco de una intensa búsqueda que incluyó un operativo especial en Jujuy y en pasos fronterizos, ante la sospecha de que los implicados intentaran escapar hacia Bolivia. Según supo Noticias Argentinas, fuentes nacionales habían confirmado la intensificación de controles en rutas y pasos fronterizos en el norte del país.
Informes del medio QPJ Policiales y El Noticiero Express (vía Facebook) indicaban que Gendarmería Nacional había perdido el rastro de los fugitivos en Santiago del Estero, reforzando la hipótesis de una huida hacia la frontera. Sotacuro había sido identificado por registros de la CNRT, que lo ubicaban en un viaje en colectivo desde la Ciudad de Buenos Aires hacia San Salvador de Jujuy el 24 de septiembre.
A las nueve y media de la noche del viernes pasado, Morena Verri, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez subieron a una camioneta blanca para ir a un evento para el que habían sido invitadas. Entonces, no sabían que unas horas antes un hombre había cavado un pozo en un jardín que serviría como fosa para enterrar sus cuerpos en la madrugada siguiente.
Las jóvenes —Morena y Brenda, de 20 años, y Lara, una adolescente de 15— fueron encontradas cuatro días después en una vivienda en Florencio Varela, un municipio de la provincia de Buenos Aires unos 25 kilómetros al sur de la capital de Argentina. Eran buscadas desde el sábado por la noche cuando sus familiares presentaron la denuncia de su desaparición. Sus cuerpos tenían signos de tortura.
Los detalles los reveló el propio ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, a los medios quien dijo, además, que el crimen fue perpetrado por una banda “transnacional de narcotráfico”.
Por el hecho estaban detenidas cuatro personas acusadas de homicidio calificado, y ahora con Lázaro, son cinco los detenidos.
Según Alonso, Verri, Del Castillo y Gutiérrez fueron vistas por última vez el viernes por la noche. Las cámaras de seguridad captaron las imágenes del momento en el que se subieron por sus propios medios a una camioneta blanca a pocas cuadras del barrio en donde vivían, en La Matanza, otro municipio de Buenos Aires.
El abuelo de Brenda y Morena, que son primas, confirmó a CNN que al no tener noticias de las jóvenes, el sábado presentaron la denuncia en la comisaría. La información coincide con el reporte de las autoridades.
Desde ese momento, se desplegó un operativo de búsqueda que incluyó el análisis de cámaras de seguridad de distintos municipios, el rastreo de los teléfonos celulares de las víctimas y la identificación de la camioneta con la patente adulterada. De esa forma, según Alonso, se reconstruyó el recorrido que va de la zona oeste a la zona sur de la provincia y llegaron al domicilio en el que finalmente se encontraron los cuerpos.
Al irrumpir la policía, en la vivienda había dos personas —un hombre y una mujer de poco más de 20 años— que dijeron haber sido contratados para limpiar. El olor penetrante a cloro y las manchas de sangre en el suelo despertaron sospechas inmediatas.
La camioneta fue hallada poco después, incinerada a unos cien metros del lugar.
Lo que sucedió dentro de la casa de Florencio Varela no quedó en secreto. Según dijo Alonso, toda la sesión de tortura y asesinato habría sido transmitida en vivo a través de un grupo cerrado en Instagram. Unas 45 personas habrían visto en tiempo real lo que ocurría. No se trató de un simple registro macabro: fue un mensaje deliberado de “disciplinamiento” dentro de la organización criminal, explicó el funcionario.
De acuerdo a las declaraciones del ministro, se intentó dejar un mensaje ejemplificador no solo para las tres jóvenes, sino también para otros integrantes de la red.
La hipótesis principal es que Morena, Brenda y Lara habrían conocido a los líderes de la banda en el barrio de Flores, en la Ciudad de Buenos Aires. “Allí habrían entrado en contacto con algunos integrantes de la banda narco y por algún hecho que ocurrió, detalles que estamos estableciendo, derivó en una venganza”, explicó Alonso.
Comparte: