22/10/2025
Pascual Velásquez nació hace 41 años en el cantón de Paicho, segunda sección de la provincia Méndez, un lugarcito ubicado a 80 kilómetros de la ciudad de Tarija, pero que para llegar hasta ahí se debe hacer un recorrido de dos horas y media.
Estudió y se tituló como ingeniero civil en la Universidad Juan Misael Saracho (UAJMS) y de pequeño era difícil pensar que ese niño de ojotas y sombrero, que salía de una de las regiones más pobres de Tarija, pero que además produce los más exquisitos duraznos, hoy iba a presidir una de las instituciones técnicas más importantes del país, la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB).
Pues justamente por todo ese esfuerzo y estudios realizados, además de su dedicación a su sector, senadores y diputados de Bolivia reconocieron a Pascual Velásquez en pasados días, destacando su trayectoria, pero además su aporte a su institución, y desde ahí, a la sociedad civil.
“Por su destacada y trascendental trayectoria como ingeniero civil, el cual cuenta con un diplomado en teoría y práctica pedagógica, quien es magister scientiarum en hidrología y gestión del agua por la Universidad Mayor de San Simón, en colaboración con la universidad de Cataluña, España. Asimismo, especialista en Hidrología y Riego tecnificado por la Universidad Nacional Agraria La Molina, en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia”, cita parte del reconocimiento.
“Por su liderazgo y representación de la institución y su ardua labor con los profesionales para que la comunidad pueda trabajar por el desarrollo del país, asimismo por promover la actualización y el crecimiento de los ingenieros en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia”, añade el reconocimiento.
Pascual fue dos veces presidente de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia – Departamental Tarija, donde impulsó una profunda reestructuración administrativa que permitió optimizar recursos y fortalecer la gestión institucional.
Gracias a esa eficiente administración, se generaron ahorros significativos que posibilitaron la adquisición de un lote de terreno para la institución durante su primera gestión, y posteriormente, la construcción del Edificio del Ingeniero, considerado un hito para la SIB Tarija. Asimismo, gestionó la Ley Municipal N.º 246 de Edificaciones en Altura, norma fundamental para el desarrollo urbano planificado de la ciudad de Tarija.
Su compromiso con la ingeniería lo llevó a ser elegido Presidente Nacional de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, con amplio respaldo de sus colegas en todo el país. Desde este cargo, ha impulsado importantes avances, entre ellos la adquisición de una oficina propia para la SIB Nacional, la consolidación del espacio de Coworking para los ingenieros del país, y la actualización de normativas técnico-legales en distintas ramas de la ingeniería, fortaleciendo la institucionalidad y la presencia técnica de la entidad a nivel nacional.
Durante su gestión, la Sociedad de Ingenieros de Bolivia ha alcanzado un mayor protagonismo técnico dentro de la sociedad tarijeña y boliviana, consolidándose como una voz de referencia en temas de desarrollo, planificación e infraestructura.
Y justamente por ese su aporte a todos los ingenieros del país, la Brigada Parlamentaria de Cochabamba le otorgó un reconocimiento, reconociendo su trayectoria, su esfuerzo, labor y dedicación en el campo de la ingeniería.
Velásquez se ha caracterizado por ser un firme crítico de la improvisación en la gestión pública, señalando que las decisiones políticas deben sustentarse en criterios técnicos para garantizar obras y proyectos sostenibles en beneficio del país.
El reconocimiento otorgado por diputados y senadores del país constituye un justo homenaje a una trayectoria marcada por la visión, el compromiso y el liderazgo, que hacen de Pascual Velásquez un referente de la ingeniería tarijeña y boliviana.
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